¡Inglés - Qué Historia!
Aviso para lectores: Si eres alérgico a la historia o te aburre de sobremanera no sigas leyendo y espera al siguiente blog.
Veo que has decidido seguir leyendo ¡Bien! Vamos a ello.
Para comprender la difusión y predominio del idioma inglés a nivel planetario veamos brevemente como el idioma inglés llegó a estar donde está hoy. Esto es un repaso histórico de milenios.
Hace unos 4000 años el tátara-tátara abuelo del inglés, el idioma proto-indoeuropeo, empezó a evolucionar en lo que hoy son las estepas rusas para eventualmente dar a luz a casi todos los idiomas actualmente en uso en Europa, incluido el inglés y el español. Actualmente los idiomas que proceden de este idioma proto-indoeuropeo ¡son utilizados por aproximadamente la mitad de la población mundial! Este idioma primigenio fue cambiando y extendiendose poco a poco hacia el sur y hacia el oeste, es decir hacia lo que es hoy la India y Europa.
Para lo que hoy conocemos como el idioma inglés el punto de partida más reconocido arranca hace 1500 años. Mientras el imperio romano agonizaba en el siglo quinto después de Cristo, si es que no estaba muerta ya, tres tribus de lo que hoy es Dinamarca y el norte de Alemania (los Anglos, los Sajones y los Jutes) aprovecharon el vacío de poder e invadieron Bretaña. La memoria colectiva es cruel porque su cultura e idioma se llama anglosajón pero ¡nadie se acuerda ya de los pobres Jutes! La mayoría de los habitantes de Bretaña, que hablaban un idioma celta, fueron empujados hacia el oeste y norte de la isla británica por estos invasores, a lo que hoy en día es Gales, Escocia e Irlanda (y donde hoy en día se hablan variedades de este idioma celta primigenio).
Los Anglos que provenían de «Angleland» con su idioma llamado «Englisc” dieron lugar a las palabras «England» e «English» (Inglaterra e Inglés). Esto supuso lo que se conoce hoy como “Old English” (Antiguo Inglés) y es prácticamente irreconocible para un angloparlante actual.
Con estos comienzos tan humildes en una isla lluviosa, incómoda (por los estándares actuales), al noroeste del actual continente europeo y sin mucha importancia (en ese momento) hace milenio y medio el auge actual de un idioma inicialmente bastante gutural que conocemos hoy como inglés sería difícil de pronosticar. Si hubiera existido la posibilidad de apostar en ese momento por el éxito del inglés yo no lo hubiera hecho. El latín, árabe o el chino estaban más consolidados en esos momentos y tenían muchísimos más usuarios. El español/castellano todavía le quedaba por consolidarse y diseminarse hasta ser lo que conocemos hoy en día (otro caso de éxito lingüístico difícil de prever). Pero la carrera del predominio de un idioma tiene muchos imprevistos, a veces va ligado a la política, otras con el azar, la demografía, los avances tecnológicos y un largo etcétera.
La llegada del cristianismo a finales del imperio romano a la isla fue todo un éxito con las tribus locales y supuso la introducción de muchísimos términos en latín. Con el avance del tiempo supuso la creación de “Middle English” (el inglés de la edad Media) que se forjó en 1066 con la conquista Normanda de Inglaterra. Esta etapa supuso la introducción de muchísimos términos franceses al idioma inglés. Y, tanto las palabras que vienen del latín como del francés hacen que el inglés sea relativamente fácil de entender para un castellanoparlante. O, ¡por lo menos más fácil que el chino!
Lo que se conoce como “Early Modern English” (los comienzos del inglés moderno) empezó a finales del siglo 15 con la introducción de la imprenta en Londres y la publicación de la Biblia King James. La biblia de King James tuvo una difusión a lo largo del mundo angloparlante debido a la profunda influencia de la religión cristiana en la época e influyó de forma importante en definir el inglés como lo conocemos hoy en día. La imprenta es responsable, en buena parte, de las dificultades y confusión que ahora supone deletrear palabras en inglés no solo para alumnos de inglés pero también para angloparlantes nativos. En esta época se deletreaban más o menos como que se pronunciaban. Sin embargo, aunque con el paso del tiempo su pronunciación cambió, la imprenta ayudó a fosilizarlas manteniendo la forma original a lo largo de los siglos. Por otra parte, y perteneciente al mismo periodo, las obras de Shakespeare demostraron al mundo que el inglés era un idioma vibrante y rico con un poder expresivo y emocional sin límites.
Por fin encontramos un inglés que un angloparlante de hoy en día podría reconocer – aunque con dificultades parecidas a las que le puede suponer a un castellanoparlante actual entender a Cervantes.
Si has llegado hasta aquí vas bien, ya llevamos unos 3500 años de historia. Ya queda menos – unos 500 años mas o menos. ¡Na’!
En 1588 con la debacle de la Gran Armada de Felipe II surgió una Gran Bretaña que dominaba el mar. La nación inglesa, ahora con un idioma con raíces profundas en la ciencia, la religión y Shakespeare sacó su lengua inglesa de gira por el planeta y estableció colonias, pequeñas y grandes, en islas y continentes por todo el mundo. A cambio ¡solo pedía tierras, riqueza, recursos naturales y una obediencia total a la corona! Hoy en día muchas de estas colonias angloparlantes, difundidas por todo el planeta, son países grandes en extensión y con tremendo poderío económico: Canadá, India, Australia, Sur África y ¡que no se nos olvide Estados Unidos! Durante cientos de años estas colonias fueron creando importantes conexiones con las culturas autóctonas (no sin algún conflicto), estableciendo el idioma de los colonizadores firmemente en ellas.
Avanzando otros 200 años Inglaterra acunó la revolución industrial a finales del siglo 18. Ayudándose de su poderío naval, la diplomacia, importantes avances tecnológicos, su economía pujante y un largo etcétera, el Imperio Británico afianzó su poderío y posición política mundial. Pero a la que se sube – se baja.
Sin dejar de ser un referente económico y político el Reino Unido le pasó el testigo de adalid del idioma (no sin reticencias) a su ex-colonia al otro lado del Atlántico, Estados Unidos, entre finales del siglo 19 y la segunda Guerra Mundial. Los Estados Unidos – como superpotencia mundial en la economía, la política mundial, los conflictos bélicos, las películas, la música y toda clase de material impreso y electrónico – ha utilizado el inglés como herramienta imprescindible para el capitalismo durante el siglo 20 hasta la actualidad. Curiosamente, debido a cierto aislamiento, hoy en día algunas variedades del inglés americano ¡están más emparentadas con el inglés de Shakespeare que variedades de ingles británico!
Casí anteayer, en los años 80 del siglo pasado – unos escasos 35 años, internet irrumpió con fuerza y disparó el uso del inglés para las comunicaciones personales y sociales, busqueda de información y comercio por todo el globo terraqueo. Aunque con internet ha desaparecido la costumbre de escribir cartas se ha descubierto como escribir en el móvil, aunque sea con abreviaturas que sustituyan frases enteras (LOL, FAQ, etc.). ¡Los textos se están ajustando al tiempo de concentración de las personas (es decir – a menos)!
Actualmente la vanguardia de la ciencia, la tecnología, internet y las tecnologías de la información está irremediablemente ligado al idioma inglés. ¿Pero – a quien le pertenece el idioma hoy en día?
En los 1500 años desde que los romanos se fueron de Gran Bretaña el idioma inglés ha mostrado una habilidad única para absorber, evolucionar, conquistar y (por qué no decirlo) robar de otros idiomas. Primero se extendió por los mares y ahora se extiende por las redes. Ha tomado palabras de más de 350 idiomas sin pudor ni vergüenza para establecerse como una institución internacional. ¡Y todo esto sin importar que no tenga una correlación muy clara entre sus sonidos y como se escribe!
Aparte de las naciones y culturas que lo usan se puede afirmar que el inglés es el primer idioma verdaderamente mundial – ¡con 2.000.000.000 de usuarios! Actualmente se habla de “World English” (inglés mundial) y menos de variantes como el inglés británico, o el inglés americano. Los números son contundentes – por cada angloparlante “nativo” hay otras tres personas más que hablan inglés – en mayor o menor grado. Una cuarta parte de los usuarios del inglés son nativos, otra cuarta parte lo tienen como segundo idioma y la otra mitad ¡puede preguntar cuánto cuesta el pan! Es decir que unas 1.500.000.000 personas que hablan inglés – ¡NO SON NATIVOS!
SON ESTOS ÚLTIMOS, LAS PERSONAS QUE NO SON NATIVAS PERO HABLAN INGLÉS, LOS HEREDEROS INESPERADOS DEL IDIOMA.
Y serán ellos quienes lo lleven adelante en su uso y cambios, amoldándolo según sus necesidades y querencias según pase el tiempo.
Y probablemente, si estás leyendo esto, tú seas uno de estos usuarios de inglés que no es nativo. ¿Cómo crees que evolucionará el inglés en el futuro? ¿Cuánto incidirá en tu vida personal y laboral? ¿Y en la de tus hijos?
Quedan muchos vericuetos y anécdotas interesantísimas sobre el idioma inglés pero de momento has llegado al fin de este resumen – Uf. ¡Qué historia!
Paul Wayne Morse: Director de The English Workshop, S.L. desde 1987 en Arganda del Rey, Madrid. BA 1981 por Washington University in St. Louis, USA. Dip. RSA 1998 por la Universidad de Cambridge, Reino Unido.